En Construcción: S.U.M. / Estudio Borrachia

Cortesía de Estudio Borrachia Arquitectos

Arquitectos: Estudio Borrachia Arquitectos
Ubicación: Ruta Nacional 101 km 68, Andresito, Misiones, Argentina
Arquitectos A Cargo: Oscar Borrachia, Alejandro Borrachia
Colaboradores: Maximiliano Mazzitelli, Totorica Marisol Pace, Maria del Carmen Romay, Matías Carloni, Nicolás Adamoli, Valeria Torterolo, Juan Ignacio Traverso
Clientes: Luciana Oklander, Julián Baigorria
Área: 250.0 m2
Año Proyecto: 2013
Fotografías: Cortesia de Estudio Borrachia Arquitectos

Ubicado en la Mesopotamia Argentina al Noreste de la Provincia de Misiones y a una hora de las Cataratas de Iguazú,“El SUM ”, es el Segundo en construirse de una serie de edificios autosuficientes diseñados por el estudio Borrachia como parte de un emprendimiento integral de eco-turismo llamado Karadya Bio-reserva.

Cortesía de Estudio Borrachia Arquitectos

Promovidos por una pareja de biólogos en el corazón del corredor biológico que une o separa a los parques naturales provinciales Urugua-í y Foerster, en una zona única en el mundo por su biodiversidad y características ambientales, cada uno de estos edificios proyectados intentará relacionarse con la selva, su flora y fauna de diferentes formas, entendiendo a la arquitectura como un simbionte, en estrecha relación con el ambiente.

Cortesía de Estudio Borrachia Arquitectos

El “SUM”, actualmente en construcción, es un edificio de 40 metros de largo por 6 de ancho, íntegramente realizado en madera, que contiene todos los programas sociales y comunes de la reserva, (comedor, estar, auditorio, cocina y servicios) y que emerge de la selva por entre los árboles, hacia una fuerte pendiente que domina la entrada a todo el biolodge.

Cortesía de Estudio Borrachia Arquitectos

Posado sobre un claro, y en tierras altas, su ubicación fue pensada para que la relación estrecha con la selva, buscada por todos estos edificios, se diversifique y extienda a manera de recorrido, exacerbada por la proporción del SUM como un transcurrir desde el llano, y la flora y fauna que se relacionan con la cota cero, hasta los estratos más altos de la selva, tomando distancia, y buscando vistas lejanas hacia los parques provinciales que lo rodean. El recorrido planteado, inicia en el interior del edificio y finaliza en su azotea, un espacio de deck que cubre todo el largo y que cuando la “cabeza” del edificio asoma por entre la selva funciona como un extenso mirador.

Cortesía de Estudio Borrachia Arquitectos

Este gesto de elevación que secciona al edificio en dos y lo contrapone con la pendiente, permite que el interior, apto para funcionar como comedor, estar y lugar de intercambio social se transforme, según sea necesario, en un auditorio o aula que nuclee en eventos de divulgación científica o de concienciación ecológica a los biólogos, investigadores y amantes de la naturaleza que se congregan en este tipo de lugares de los que todavía tenemos tanto por aprender.