Descripción de los arquitectos. La reforma consiste en unificar dos locales en uno solo y habilitarlo como archivo.
El presupuesto previsto inicialmente según baremos colegiales era de 60.000 euros, y se trabajó para reducirlo a 12.000.
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Para conseguirlo, hay que prescindir de capítulos habituales en este tipo de programas: aire acondicionado, iluminación excesiva, etc. En este caso, la proximidad al mar y la existencia de la brisa del "embat" garantizan una temperatura agradable en verano si se disponen los canales de ventilación adecuados, por lo que se han colocado persianas frente a las puertas de entrada para que estas puedan participar en la ventilación cruzada. El resto, pensar desde la construcción. Recortar un paso no es lo mismo que construir un paso.
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Y por supuesto, dejar visto lo que se pueda, tal como es. Muros de hormigón, instalaciones, marcas de cemento cola del alicatado anterior... el detalle de la instalación eléctrica de Can Lis se reinterpreta como espera para la futura línea de telecomunicaciones.
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El mobiliario permite la autoconstrucción. Aprendimos que se puede sustituir la balda metálica del modelo original de mesas y estanterías por un tablero laminado de madera de pino FSC por el mismo precio, aportando una calidez que el metal no posee.
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